Verónica Martínez creció en Puebla, México y desde pequeña trabaja como comerciante para los negocios que operaban sus padres. Ellos tenían puestos de comida y tiro sport en diferentes ferias y mercados al rededor de México.
La emprendedora se casó y tuvo dos hijas. Su matrimonio no funcionó como ella lo esperaba y pocos años después decidió ser madre soltera. Emigró a EEUU en búsqueda de oportunidades y enfrentó muchos obstáculos al principio. Ahora Veronica es dueña de 5 negocios y una líder excepcional dentro de nuestra comunidad.
A continuación, un pequeño video relatando su historia y una entrevista extendida con la exitosa emprendedora.
Soy de Tehuacán, Puebla, MX, es una ciudad grande. Crecí trabajando con mis padres en el comercio, en ferias. Creo que de ellos saqué el espíritu emprendedor. Mis padres tenían un puesto de tiro sport, también vendían churros y elotes. A mi me ponían a dar el cambio, me tenían en delantal recibiendo el dinero. Desde muy pequeña fui buena para las matemáticas.
Me casé con un comerciante en México. Vendíamos flores y sombreros. Pero el tenía esquizofrenia, era muy celoso, y podía llegar a ser agresivo. Decidí proteger a mis hijas y lo dejé. Me vine a Estados Unidos una primera vez a trabajar, después regresé a México y me traje a mis hijas.
Sus celos eran agresivos, espantaba a mis clientes. O sea, yo estudié para ser estilista pero nunca pude ejercer porque no dejaba que nadie se me acercara. Yo no me di cuenta de la gravedad de la situación hasta que tuve que tomar la decision de irme.
Empecé trabajando en un restaurante. Era cocinera en la mañana y en la tarde, cajera. Poco después, me dieron el puesto de manager por mis habilidades. Mi jefe me sacó mi licencia de food manager y con eso saqué una food truck. Fue mi primer negocio aquí, pero tuve que dejarlo por complicaciones de salud. Después de eso comencé mi empresa de limpieza.
Fue un gran reto empezar a limpiar baños. Yo lloraba. Pero era lo que me permitía estar con mis hijos. Trabajaba de 6 p.m. a 6 a.m. A mis hijas me las hacían bully, tenía que estar yendo a la escuela, no podía tener un trabajo con un horario normal.
Gracias a los mismos clientes y mi buen trabajo, el hacerlo bien. Empecé a meter aplicaciones para recibir contratos de compañías grandes y poco a poco mi negocio comenzó a crecer. Ahora limpiamos grandes tiendas como Zara, Best Buy, entre otros. Mis hijos me ayudaban a sacar basura al principio y ahora tengo 10 empleados.
Tengo un servicio de meseros para fiestas, también vendo perfumes y en fechas especiales vendo arreglos de flores. Mi negocio más reciente es Corn Tigo, es un snack bar de elotes y antojitos preparados. Vi que estaban surgiendo muchos snack bars en las fiestas que contrataban mi servicio de meseros y decidí empezar Corn Tigo, siempre me ha gustado la venta de elotes.
La necesidad. Los gastos, como las universidades de mis hijos, me hicieron buscar otros recursos extras. Así es como surgen mis ideas. En mi caso, no puedo quedarme sin hacer nada. Tengo que emprender, mis padres siempre me inculcaron ser dueña.
Las situaciones te hacen buscar oportunidades. Yo creo mis propias oportunidades y habilidades. Si me doy cuenta que algo me falta, lo estudio, lo aprendo, y lo hago. Salir adelante es una decisión. Todo lo que me ha pasado es porque es un aprendizaje, y mis experiencias le pueden ayudar a alguien.
Creo que el aprendizaje mas importante es aprender a decir NO. Muchos decimos que no tenemos tiempo, pero tenemos que darnos el tiempo. Todos tenemos las mismas 24 horas. Aprender a vivir con una agenda me ha dado libertad. Ahora estoy tomando clases en ACC, sacando mi GED. Me doy el tiempo para cumplir mis metas.
Mis negocios están funcionando, mis hijos ya están grandes. Ahora este año, me quiero dedicar más tiempo a mi misma. Quiero hacer ejercicio, cuidarme. Cuando tienes hijos vives para ellos, cuando ellos crecen puedes empezar a pensar más en ti. Han sido tiempos difíciles y estoy orgullosa de todo lo que he logrado.
Estar en JUST me ha hecho crecer y me ha dado una estabilidad. Ahora mis préstamos siguen aumentando y de ahí vienen mis inversiones. Entre más inviertes, tienes más devolución de tu venta, más ganancias. JUST ha sido la gasolina de mi motor. Cambiar tus hábitos puede cambiar tu vida.
El compromiso es personal, tu decides si hacerlo o no hacerlo, tu decides si crecer o no crecer.