Lo primero que se nos viene a la mente al escuchar la palabra invertir suele ser entregar dinero para obtener una ganancia. Para algunos esto no puede sonar tan interesante, especialmente si no han hecho inversiones previas, si han escuchado testimonios negativos o solo han visto el tipo de inversiones a largo plazo. Sin embargo, hay una que siempre te dará beneficios rápidos e invaluables: la inversión en ti.
Económicamente hablando, esta es una transacción en la que entregas un recurso para obtener un beneficio mayor, gracias a los intereses, después de un lapso establecido. En general esto se entiende por dinero, pero cuando hablamos de tu persona, el recurso puede ser también tiempo, energía o esfuerzo físico y el beneficio se verá reflejado en una mejor calidad de vida en el ámbito personal, de salud, familiar o emocional.
Para destacar lo importante que es invertir en ti podríamos enumerar muchas razones, pero preferimos resaltar la más importante: tú eres lo más valioso que tienes. Si estás sana, puedes salir a convivir con tu familia, amigos o seres queridos. Si eres feliz, contagiarás también a ellos la felicidad. Si te sientes productiva, podrás compartir con los demás los frutos de tu trabajo y si encuentras el balance en tu vida serás capaz de disfrutarla al máximo.
Ahora bien, muchas veces las personas afirman que no hace falta dedicarse algo más de tiempo o dinero porque implica un gasto y al momento se sienten bien. Pero, la realidad es que hay una diferencia entre “no estar mal” y “estar bien”, y eso es algo que a veces confundimos.
Puede ser que no te sientas mal de salud o emocionalmente, pero a veces te encuentras abrumado por los problemas. O tienes una rutina o un trabajo que te ayuda a tener estabilidad económica, pero en ocasiones se vuelve monótono, aburrido o le pierdes el interés. Y, para ayudarte a recuperar esa emoción, aquí te mostramos cinco formas fáciles para invertir en ti misma.
1. Nunca dejes de aprender
No importa el nivel educativo que tengas, siempre hay nuevas cosas qué aprender. Y para invertir en ti , puede bastar con comprar un libro, un curso o acudir a algún taller. Especialmente, el área de las finanzas personales es una de las que más evitamos (porque puede ser algo incómoda o incomprensible) pero también de las que más necesitamos. Así que, leer un blog como el de JUST, conseguir algún libro, curso o taller sobre cómo manejar mejor tu dinero siempre es una excelente idea.
Claro que también puedes seguir aprendiendo en otras áreas que te ayudarán a sentirte o estar mejor como salud, nutrición, bienestar emocional, ejercicio o incluso simplemente técnicas de manualidades. La mente es como un niño pequeño que, cuando comienza a conocer algo después no puede parar y verás como todas esas habilidades, por pequeñas que parezcan, tienen un gran impacto en tu vida diaria.
2. Actívate un poco
A veces crecemos viendo el ejercicio como un castigo, algo que debes hacer para mantenerte en forma o para poder comer lo que quieras. Sin embargo, la verdad es que es más bien una oportunidad de tratar mejor tu cuerpo y ayudarlo a estar sano. No importa tu edad o género, con la actividad física podrás liberar la tensión que se va acumulando sobre tus hombros de todas las responsabilidades y preocupaciones.
Puedes comenzar con sesiones cortas de meditación, pilates, yoga o incluso baile o zumba. Lo mejor es que para esta inversión no necesitas dinero, pues incluso existen clases en Internet para que las realices desde la comodidad de tu casa.
3. Desarrolla una nueva habilidad
A todos nos ha pasado que tenemos guardada alguna actividad que siempre quisimos aprender. Ya sea cocinar, bailar, dibujar, cantar o lo que sea. Lamentablemente, siempre estamos demasiado ocupados y sin tiempo para tomar algunas lecciones, pero ¿qué hay del tiempo que a veces pasamos en redes sociales mirando videos y guardando recetas, fotos o manualidades que nunca nos ponemos a hacer?
La verdad es que aprender algo nuevo es la mejor forma de invertir en ti. Por ejemplo, unas clases de cocina o repostería podrían convertirse en un nuevo negocio para hacer desde casa los fines de semana o simplemente en una forma de ahorrar dinero al poder cocinar tus propios pasteles o comidas. Todo es cuestión de decidirnos de una vez y organizar la agenda para aprovechar mejor el tiempo que tenemos. Te aseguramos que no te arrepentirás de usar unos minutos en tu propia felicidad.
4. Descansa
¡No puedes imaginar los beneficios que tiene descansar! Estamos acostumbrados a una vida ajetreada en la que si no estás haciendo algo no eres productiva y entonces es un “desperdicio”. Lamentablemente, el costo de esto es muy alto pues, cada día que no duermes bien, cada comida que te perdiste por estar apurada o cada contractura en la espalda por estar trabajando tanto se cobra directamente a tu cuerpo.
Así que, intenta buscar un momento al día, así sea breve, que lo dediques completamente a ti. Puede ser simplemente relajarte en el sillón, tomar un masaje, salir de paseo, irte de vacaciones, leer un poco o dormir las 8 horas que necesitas para recuperarte por completo. ¡Notarás un gran cambio en tu salud y hasta en tu humor!
5. Ahorra para el futuro
Cuando escuchamos hablar sobre planes de retiro, ahorro o inversiones a veces los vemos como un gasto innecesario. Pero, la realidad es que nunca volveremos a ser tan jóvenes y fuertes como lo somos hoy. Incluso el día de mañana llevaremos un día más de vida y uno menos de dinero ahorrado. Y es que, aunque a nadie le gusta hablar de las enfermedades y accidentes, porque no es algo que deseemos, siempre es mejor estar preparados para afrontarlos.
Otra cosa que nos frena al pensar en estas opciones es la poca, nula o complicada información que tenemos al respecto. Por suerte, existen asesores o programas que pueden ayudarte a comprender perfectamente de qué se trata todo, y juntos podrán hallar el mejor plan de ahorro. Así, aunque no sepas qué es lo que hay para ti en el futuro, tendrás una cosa menos de qué preocuparte y podrás vivir tu retiro con menos estrés y más alegría.